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Cómo cuidar la piel en verano

Con el aumento de temperatura y la mayor exposición de la piel al sol, la dermis se vuelve más vulnerable. Por eso, en esta nota te recomendamos cómo cuidarla en base a la limpieza, la hidratación y la foto protección.

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Nuestra piel nos protege 

La piel es el órgano más grande del cuerpo y es la barrera que nos protege de todos los agentes externos. Una de sus características principales es el índice de humedad, factor importante que debemos mantener para evitar sequedad, daños y hasta heridas de mayor consideración, que lógicamente atentan contra la capacidad de protección de esta excepcional defensa del organismo.

Muchas veces la larga exposición al sol, al agua salada o al cloro reducen la barrera hidrolipídica y debilitan la piel, con síntomas que pueden verse a simple vista: resequedad, opacidad, y en muchos casos, mayor número de arrugas. Ciertamente, el sol es el mayor responsable del envejecimiento de la piel.

¿Cómo ayudar a nuestra piel a recuperar lozanía?

Limpieza

Mantener la piel y los poros limpios facilita la absorción de agua y la correcta eliminación de toxinas, por lo que siempre es recomendable limpiarla al menos dos veces al día con los jabones indicados y tener a mano suplementos como toallitas húmedas.

Hidratación

Es el factor clave para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, ya que afecta a todos los órganos, incluida la piel. Lo óptimo es ingerir un mínimo de 2 litros de agua por día, sobre todo en verano. También podemos complementar la alimentación diaria con frutas y verduras ricas en líquido, como los cítricos y la sandía.

Para quienes realizan una actividad física o practican un deporte, son ideales las bebidas isotónicas como High Fuel, de la línea Vitalil. Ayudan a una rehidratación completa, aportando también sales y minerales esenciales.

Foto protección

Cuidar la piel del sol es fundamental, especialmente la del rostro. La utilización de protector solar es indispensable y no debe aplicarse sólo en las salidas al campo, a la playa, a la hora de ir al río o de ponerse a tomar sol. Por el contrario, en las estaciones más cálidas del año es importante aplicarse protector siempre que uno salga al exterior, incluso estando nublado.

Asimismo, las cremas hidratantes de uso diario con protección UV (no menor a Factor 15) se convierten en esta época en compañeras incondicionales para evitar la aparición de arrugas, la sequedad y el envejecimiento prematuro.

 

Estos tres pilares conforman la base para el cuidado de la piel, para disfrutar una dermis suave, hidratada y sana. ¡Para poner en práctica este verano!