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Este año el frío no se hizo esperar y, en pleno otoño, ya estábamos sufriendo temperaturas muy bajas. Por eso también es importante cambiar nuestras comidas y dietas frescas del verano, ya que nuestro organismo, cuando necesita calor, empieza a requerir otro tipo de nutrientes.
Por ejemplo, una buena opción es pensar en sabrosas sopas de verdura en lugar de ensaladas y guarniciones frías. Tenemos varias recomendaciones más como estas, que te contamos a continuación:
- Incorporá alimentos que contengan grandes cantidades de calorías, como legumbres y papas.
- En frutas, sin dudas, los cítricos son la mejor opción. Las naranjas, mandarinas y kiwis tienen una gran cantidad de vitamina C, que te ayudará a repeler las gripes típicas de estas temporadas.
- En cuanto a verduras, podés elegir brócoli y las de hojas verdes. El brócoli, en especial, tiene una gran cantidad de vitamina C, antioxidantes y pocas calorías. ¡Queda muy rico con salsa blanca!
- En los dos casos, frutas y verduras, siempre es mejor consumir los que son de estación, primero, porque son baratos, y segundo, porque estos alimentos tienen más nutrientes al ser frescos.
- A la hora de elegir carnes, lo mejor es el pescado, que aporta una gran cantidad de omega 3 y cumple con todos los requisitos para mantener el organismo templado.
- ¡Y llegó el momento de la sopa típica de invierno! A diferencia de los caldos livianos de verano, ahora necesitás incorporar alimentos como arroz, lentejas y avena, para que aumenten sus calorías.
Para darle un aporte adicional en proteínas y vitaminas a tu organismo, también podés recurrir a Multivitamínicos que fortalezcan tus defensas frente a las bajas temperaturas.
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