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Prevenir calambres

¿Cómo evitar calambres? Si estás entre las personas que sufren calambres con frecuencia, ya sea durante un entrenamiento o a la hora de dormir, no te pierdas esta nota sobre cómo prevenirlos.

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¿Qué son los calambres? 
 

Los calambres son contracciones repentinas de los músculos; no implican nada grave, pero pueden llegar a ser dolorosos o muy molestos si ocurren a menudo. Normalmente se dan en los músculos de las piernas -pantorrillas, muslos o pies- cuando estamos agotados después de un largo entrenamiento o por la noche, cuando nos acostamos.

¿Cuáles son sus causas?

Las principales causas son la deshidratación o la insuficiencia de potasio, calcio o magnesio. De igual manera, a veces pueden ser ocasionados por algunos medicamentos como diuréticos o betabloqueantes.

También está comprobado que los calambres se relacionan con afecciones metabólicas como el hipotiroidismo o enfermedades como la diabetes, siendo más comunes en personas mayores.

5 consejos para prevenirlos

Más allá del origen que puedan tener, hay buenos hábitos que podemos incorporar a nuestra rutina diaria para minimizar la aparición de calambres. De a poco, sin prisa pero sin pausa, podremos lograr que ponernos en acción termine siendo la buena costumbre de cada día:

  • Mantenerse hidratado: ¡uno de los primeros factores a tener en cuenta! Cualquiera sea tu actividad o trabajo, tener una suficiente cantidad de líquido en el organismo es clave para combatir los calambres. Más aún, si practicás deporte, es indispensable que repongas no sólo el agua perdida, sino también las sales y los minerales. Te recomendamos tener siempre a mano una botellita de agua en la mochila o en la cartera, para poder hidratarnos en cualquier momento y en cualquier lugar. Existen también bebidas isotónicas como HIGH FUEL, que se encargan de reponer los nutrientes que el cuerpo necesita y equilibrar la ingesta de líquidos.
  • Ejercitarse: los músculos deben estar tonificados y activos. Si no realizás ninguna actividad física de manera regular, podés optar por subir las escaleras en vez del ascensor a la hora de llegar a la oficina, caminar o ir en bicicleta al trabajo, salir a pasear con tu mascota o compartir con amigos actividades que te pongan en movimiento.
  • Elegir el calzado correcto: muchas veces usar el calzado inadecuado para hacer ejercicios o para caminar produce malas posturas o tensiones en los grupos musculares. Por eso no hay que minimizar la buena elección de las zapatillas y, en caso de tener que usar una plantilla, hacerlo todos los días.
  • Estirarse: ideal después de una rutina de ejercicios o, incluso, antes de irse a dormir. Luego de la actividad diaria y de cualquier práctica deportiva, es esencial asegurar que los músculos vuelvan a estar relajados y libres de cualquier tensión.
  • Aumentar la ingesta de calcio y potasio: te aconsejamos incluir en tu dieta alimentos ricos en calcio (como yogur, leche y quesos -siempre bajos en grasa-) y en potasio, que podés encontrar en frutas como la banana, la naranja y en la mayoría de las verduras. Suplementos como FULL RELAX se suman a la lista, por su excelente acción para prevenir calambres, contracturas y fatiga muscular.

Alivio inmediato

Cuando los calambres se presentan, lo mejor es no entrar en pánico y permanecer tranquilo. Probá masajear suavemente el músculo para que se relaje y evitá ponerte de pie. También podes aplicar frío o calor para aliviar la tensión.

Esta molestia puede ocurrirle a cualquiera y es normal. Pero si el problema persiste y causa dolores intensos, lo mejor es acudir a un médico para evaluar el mejor tratamiento.