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Ver catálogoA continuación te contamos sobre clases, posturas y todo lo que necesitás saber para sumarte al mundo del Yoga.
Beneficios por dentro y por fuera
La práctica de esta disciplina de origen oriental se ha expandido con los años en occidente, y no es para menos. Es que no se trata simplemente de una actividad física, sino de un estilo de vida integral que ayuda a sanar, cuidar y fortalecer tanto el cuerpo como la mente y el espíritu, mediante las posturas (asanas), la respiración y la meditación.
Poder expresar el cuerpo emocional, mental y espiritualmente gracias a la práctica de cada asana nos trae una serie de beneficios que te detallamos a continuación:
Mejora la flexibilidad y la postura corporal: las asanas estiran todos los músculos del cuerpo, volviéndolos más elásticos y flexibles. También nos ayudan a mejorar la postura, eliminar el dolor de espalda o de cuello.
Aumenta la concentración: al incrementar la claridad mental, el Yoga fortalece el cerebro, estimula el bienestar emocional y mejora la armonía entre los dos hemisferios. Estos factores facilitan la concentración y benefician la memoria, más que algunas prácticas convencionales (como el Sudoku).
Aumenta la paz interior: alcanzar un estado de bienestar y armonía es uno de los objetivos del Yoga; es un beneficio que llega con la práctica frecuente. Ayuda a mejorar el descanso y minimizar las preocupaciones del día y a la hora de dormir.
Elimina el estrés: liberar la tensión acumulada en el día mediante posturas y respiración nos ayuda también a mejorar la circulación del oxígeno en sangre y a distender los músculos.
¿Cuál Yoga elegir?
Hay diversas clases de Yoga, que se adaptan a la edad y a las necesidades de cada persona. Te invitamos a repasar algunas de ellas:
Hatha Yoga: es la más practicada. Además de incluir todas las posturas, incorpora métodos de purificación, mantras y meditación. Lo primero que enseña esta variante es el equilibrio físico del cuerpo, manteniendo por bastante tiempo las asanas y posturas. Aun así, no es muy demandante físicamente para los que recién comienzan.
Ashtanga Vinyasa Yoga o Yoga de los Guerreros: es una práctica mucho más vigorosa. Fortalece y flexibiliza el cuerpo desarrollando buena condición física. Ideal para los que buscan relajarse con una práctica intensa, generando destreza y la desintoxicación del cuerpo. Una buena opción para jóvenes de mente inquieta, que podrán trabajar el autoconocimiento y la meditación a través del movimiento.
Bikram Yoga: se trata de una variante intensa en el que las posturas se practican en una sala calefaccionada a 42 grados, con el objetivo de trabajar el músculo para mejorar su flexibilidad y desintoxicar el cuerpo a través de la transpiración. Es ideal para atletas que buscan mejorar su elasticidad y destreza.
Acroyoga: combina Yoga, danza y acrobacia. Es una práctica bastante intensa con posiciones más 'voladoras' en las que se exige más al cuerpo. Se trabaja con mucho contacto con el suelo, usando los pies y las manos como principal apoyo.
Kundalini Yoga: es el Yoga de la conciencia. Practica posturas (asanas), respiraciones energéticas (pranayama), canto de mantras y meditación. Integra todas las clases de yoga conectando el espíritu y la devoción con su dinamismo. Trabaja todos los aspectos del ser humano, siendo además de una práctica, una filosofía de vida. Instruye sobre salud, nutrición y relaciones humanas, y ofrece una visión de la persona con respecto al mundo. Es ideal para casos de estrés, ansiedad, depresión o vacío existencial.
¿Y vos? ¿Cuál elegirías? Hacer una pausa en la rutina para relajarte, desintoxicarte y liberar las tensiones es muy importante, y la práctica del Yoga seguramente será un buen comodín para poner en uso cuando lo necesites. Para lograr un día a día más armónico y tranquilo, también podés sumar a tu dieta dos comprimidos diarios de Full Relax, un multivitamínico muy práctico de consumir, ideal para la nutrición celular específica que ayuda a prevenir, aliviar y revertir los efectos del estrés.